En bellezas quien reparto en el mundo hizo
a mi carnal manto dar no quiso;
bajito y cual fideo, con un redondo guisantillo por panza,
proporción no fue regalo, ¡¡en desigual se harto, Malvado!,
pronto en solar mi cabeza será obrada, ! cuan tristeza, mi melena, !
en mis ojos puso turbias las imágenes,
por tal causa artificios he de poner en ellos,
agraciado en el rostro tampoco bien me quiso,
¡¡¡cuan malvado sois conmigo, hacedor que me deshizo!
Mas un haz que en rebeldía contra Él “gran creador” se puso
otorgo a mi infortunio la fortuna de tener
por escondida lo que aquel darme no quiso,
aguardando a quien mas lejos de los ojos,
mas allá de las pupilas, quiera ver cuanto hay oculto,
cuanto habita, cuanto sueña, cuanto anhela,
y es que son nobles enseres las bellezas que nos colman las miradas,
mas profunda y muy eterna es la belleza que realza y agranda el alma
a mi carnal manto dar no quiso;
bajito y cual fideo, con un redondo guisantillo por panza,
proporción no fue regalo, ¡¡en desigual se harto, Malvado!,
pronto en solar mi cabeza será obrada, ! cuan tristeza, mi melena, !
en mis ojos puso turbias las imágenes,
por tal causa artificios he de poner en ellos,
agraciado en el rostro tampoco bien me quiso,
¡¡¡cuan malvado sois conmigo, hacedor que me deshizo!
Mas un haz que en rebeldía contra Él “gran creador” se puso
otorgo a mi infortunio la fortuna de tener
por escondida lo que aquel darme no quiso,
aguardando a quien mas lejos de los ojos,
mas allá de las pupilas, quiera ver cuanto hay oculto,
cuanto habita, cuanto sueña, cuanto anhela,
y es que son nobles enseres las bellezas que nos colman las miradas,
mas profunda y muy eterna es la belleza que realza y agranda el alma