Cuánto he de aguardar, para poder ver la luz
más allá de las grises nubes que me envuelven,
Cuánto he de soñar, para no ver,
como hojas de un árbol muerto,
caer las esperanzas que la noche engañosa me muestra.
Cuánto he de llorar, para poder sentir la brisa de un nuevo amanecer
en un rostro besado por la oscura indiferencia de la nada.
Cuánto he de caminar, para alcanzar una meta tan lejana
Como la del Sol, que lejos de besar la Luna se halla.
Cuánto... ¡Tan solo añoro saber cuánto!
más allá de las grises nubes que me envuelven,
Cuánto he de soñar, para no ver,
como hojas de un árbol muerto,
caer las esperanzas que la noche engañosa me muestra.
Cuánto he de llorar, para poder sentir la brisa de un nuevo amanecer
en un rostro besado por la oscura indiferencia de la nada.
Cuánto he de caminar, para alcanzar una meta tan lejana
Como la del Sol, que lejos de besar la Luna se halla.
Cuánto... ¡Tan solo añoro saber cuánto!
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